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Nadie dijo que la vida del profesor sería fácil, sobre todo si se es profesor en uno de los niveles más elementales de la vida de cualquier estudiante: la primaria. Como maestros, nos enfrentamos constantemente con múltiples dificultades para conseguir un aprendizaje con sentido para nuestros alumnos. Intentamos múltiples estrategias, como la memorización o mecanización del aprendizaje matemático, en donde repetimos la técnica que resuelve un problema incontables ocasiones con el fin de que los niños la memoricen.

Este tipo de situaciones sólo logran que los estudiantes se aburran fácilmente, así mismo les niega la oportunidad de aprender el contenido matemático por medio de sus propios razonamientos. Es por eso, que esta ocasión, le presentamos una serie de tips que le serán de mucha ayuda para planear y realizar sus clases de matemáticas utilizando la metodología de resolución de problemas.

Esta metodología, permitirá que estudiantes aprendan matemáticas al resolver un problema. Ello lo lograrán, por sí mismos y en colaboración con sus compañeros, mediante la interacción, argumentación y reflexión de sus procedimientos personales de solución. Si requiere más información acerca de esta forma de generar conocimiento matemático en tus alumnos, presione aquí.

A continuación, le presentamos los siguientes elementos a considerar.

 

  • Selección de problemas.

Seleccione aquellos problemas que dan sentido al concepto que quiere enseñar y ordénelos según la complejidad de sus posibles soluciones. Anticipe en cuántas clases podrán los alumnos trabajar en su resolución.

  • Identificación de los conocimientos previos necesarios.

Analice los conocimientos que necesita tener el alumno para que pueda construir una solución a cada problema. 

  • Planeación y organización de la clase.

 Escoja 2 o 3 de estos problemas para que los alumnos organizados en parejas o en equipos de 3 o 4 alumnos, los resuelvan con sus propios procedimientos y razonamientos. No mencione el nuevo contenido a aprender. Cuando los estén resolviendo, no les de la respuesta, ni les diga si van bien o mal, cuando mucho hágales alguna pregunta para que reflexionen sobre lo que llevan hecho. 

  • Organización de la puesta en común.

 Escoja aquellas soluciones diferentes, o que tengan errores para que los alumnos expongan al resto de la clase, los procedimientos de solución, expliquen y argumenten cómo y porqué llegaron a esas respuestas. 

  • Institucionalización del conocimiento. 

Cuando los procedimientos hayan evolucionado, después de varias clases, escoja aquellos que más se acercan al nuevo conocimiento matemático y “preséntelo en sociedad”, déle el nombre formal que recibe en las matemáticas.

Aplique estas recomendaciones en sus clases y notará la diferencia en la forma que aprenden sus alumnos, así que ¡Manos a la obra!